Siempre que se opte por las versiones con un mínimo de 70 por ciento de cacao, el chocolate puede ser un gran aliado para nuestra salud cardiovascular, entre otros muchos beneficios.
Para poder disfrutarlo sin culpa y obtener beneficios al ingerirlo, debes preferir el llamado negro o amargo. Se trata de la opción que tiene un mayor porcentaje de cacao. Lo ideal es un 70%.
El chocolate ayuda a controlar los niveles de azúcar en sangre, aunque hasta hace un tiempo atrás te dijeran todo lo contrario y fuera casi una mala palabra para las personas diabéticas. El comer chocolate, siempre que sea amargo, contribuye a controlar el azúcar en la sangre, ya que es un alimento conocido por gozar de un índice glucémico muy bajo, que no afecta los valores de esta sustancia.
En contra de la arraigada creencia de que comer chocolate dispararía tus niveles de colesterol, resulta interesante saber que su consumo incrementa el colesterol bueno (HDL) e, incluso, puede reducir el colesterol malo o (LDL). Gracias a todos sus fitoesteroles, ayuda a bloquear la absorción intestinal de colesterol alimentario. Por su parte, el ácido oleico –una grasa monoinsaturada presente en la manteca de cacao– aumenta el HDL.
Sigue el derrumbe de los mitos con el chocolate, y es que ¿cuántas veces nos negaron o habremos negado, sobre todo a los niños, comer chocolate para mantener la salud bucal? No obstante, el chocolate negro contiene teobromina, una sustancia que ayuda a remineralizar el esmalte dental y mantener fuerte su estructura.
Comer chocolate con alto porcentaje de cacao también aumenta la libido, debido a su contenido de eobromina, como ya mencionamos, y la feniletilamina que contiene, son dos sustancias estimulantes del deseo sexual. Esta última, además funciona como un neurotransmisor que hace liberar sustancias como la dopamina, la noradrenalina y la serotonina.
Por otro lado, el calcio que contiene mejora las transmisiones nerviosas y, por este motivo, hay mayores y mejores sensaciones.
Fuente: http://segundoenfoque.com